jueves, 20 de octubre de 2011

Contratos?

Cuando escuchamos la palabra contrato, pensamos que eso únicamente lo realizan los abogados para gente que hace grandes negocios, pero este argumento es mentira. Los contratos son la fuente fundamental de las obligaciones civiles, es decir, es la forma de obligarnos a dar, hacer o no hacer determinada cosa ante un semejante en plenitud de igualdades. Todos los días celebramos varios contratos sin que nos cruce por nuestra mente que lo estamos llevando a cabo, desde temprano que salimos a la tienda de la esquina y solicitamos el precio de una golosina y ante la respuesta del tendero le decimos: démelo, ahí estamos celebrando un contrato de compraventa, después corremos al microbus y pagamos unos pesos para que el chófer nos lleve a determinado destino, volvemos a realizar un contrato, esta ocasión de prestación de servicios y así sucesivamente nuestro vivir cotidiano nos hace celebrar contratos de palabra y de consumación casi instantánea.

En los ejemplos que he mencionado en muy pocas ocasiones surgen diferencias o confrontaciones entre las partes sobre lo contratado, pero que pasa cuando el asunto es un poco mas delicado y una de las partes no cumple con lo que contrató y provoca a su contraparte un desfalco en su patrimonio, por decir lo menos, por que en ocasiones puede verse involucrado en cuestiones penales. Ahí surge la necesidad que un tercero (Juez) conozca del asunto y determine sobre quien violo lo pactado y por tanto quien tiene la razón jurídica. Los grandes problemas surgen cuando la parte afectada acude ante el juez y éste no le da la razón, pues el actor o denunciante, según sea la materia, no puede acreditar su dicho, pues el contrato se celebro en forma verbal sin testigos y ahora ambas partes dicen que han cumplido con sus obligaciones o en el peor de los casos una de ellas niega tal obligación.

Cuando el Juez nos niega la razón o nos sentimos perdidos acudimos desesperados a buscar la ayuda de una Abogado, quien después de analizar el asunto nos dice que el caso esta perdido, pues con los elementos que tenemos no podemos acreditar nuestra pretensión, por tal motivo es mejor dejar las cosas así, perdidas; pero en nuestra desesperación seguimos buscando a alguien que nos diga lo que queremos escuchar y sin duda los vamos a encontrar, ya sea un abogaducho sin escrúpulos o un coyote que no tiene la menor idea del derecho, ellos nos dirán palabras dulces para que les demos una sola cosa: dinero. Una vez que logran su cometido desaparecerán y nos dejaran en el limbo y la desesperación tal que no querremos volver a saber de abogados y asuntos legales.

Pero como podemos solucionar estos problemas que brevemente les expongo (falta de formalidad en nuestras relaciones cotidianas y coyotaje) desde mi punto de vista es algo que tiene dos vertientes, la primera es que nuestra sociedad requiere de una educación cívica eficiente, donde desde muy temprana edad nos inculquen la necesidad de darle la formalidad que se requiera a las relaciones con nuestros semejantes y claro no todos podemos ser abogados, pero si tenemos esa responsabilidad de formalizar nuestros actos, sin duda, cuando tengamos la necesidad, acudiremos a un profesional en la materia, para que nos asesore y oriente. La segunda, es necesario que los profesionales en derecho seamos evaluados constantemente por la autoridad y no solo baste que al egresar de la universidad se realice un tramite administrativo que nos otorgue una patente para ejercer la profesión, es indispensable una evaluación constante donde se demuestre que somos aptos para ejercer profesionalmente y sin duda la parte fundamental en esta cadena es que el ciudadano cuando acuda a solicitar los servicios de un profesional se asegure que en verdad lo sea, en el estado actual de las cosas como mínimo se tiene que exigir la exhibición de la cédula profesional y creo alguna referencia sobre su desempeño laboral.

Bueno baste esta pequeña entrada para crear conciencia, para que antes de obligarnos nos tomemos unos segundos y recapacitemos si el acto que vamos a realizar requiere de alguna formalidad ante la ley, ante la duda acudamos a un profesional que nos oriente y como mencione antes asegurarnos que en verdad obstente titulo profesional en la materia que buscamos asesoría, creo que mas vale gastar unos cuantos pesos a tiempo que ver nuestro patrimonio perdido, por una falta de cuidado de nuestra parte, recuerden que siempre celebramos contratos, solo hay que distinguir cuales requieren de formalidad especial para no vernos en situaciones difíciles.

Por ultimo, solo consideren, para conservar nuestra salud acudimos regularmente al medico a revisión, cada seis meses acudimos al dentista a revisión de nuestros dientes, asi seamos con nuestros asuntos legales acudamos con nuestro abogado de confianza a que nos oriente a tiempo.